martes, 10 de mayo de 2016

Cuento infantil

2. BELEN, LA MAGA


Cerca de mi casa vive una señora a la que me gusta visitar. Es muy mayor. Tiene la cara llena de profundas arrugas, la mirada oculta detrás de unas gafas de culo de vaso. Su pelo es blanco y se lo recoge en un moño muy tirante y sujeto con una peineta de color marrón. Casi no puede andar porque sus piernas se cansaron hace mucho tiempo. Cuando sale a por el pan lleva un bastón de de color marrón y la empuñadura es la cabeza de un pato.
Hace mucho tiempo que vive sola con su cuervo. Feliciano es un cuervo grande y negro que se le posa en el hombro y le picotea el pelo. También grita cuando viene alguien y así Belén sabe que tiene visita porque también está un poquito sorda. Como ve muy poquito quiere que le lea del libro gordo con tapas de madera que hay en el atril. Yo le leo y ella es muy feliz. A veces me enseña a hacer magia para que llueva, salga el sol…



jueves, 5 de mayo de 2016

APARIENCIAS



Lola, Tino y Javi estaban en el parque cuando vieron pasar a un chaval de aspecto sucio y de vestimenta extraña. Llevaba unos pantalón marrones sin cinturón que le dejaba al aire los calzoncillos, camiseta sin mangas y el pelo lleno de restas que le llegaban hasta el culo. Se adornaba con un  turbante de colores vivos y levaba muchas pulseras en las dos muñecas. 
—¿Has visto a ese tío que ha pasado? —preguntó Tino.
—¡Vaya pintas que lleva! —le contestó Javi.
—¿No sabéis quién es? —intervino Lola extrañada.
—No, pero si me lo encuentro en un callejón oscuro, seguro que salgo corriendo —dijo Javi.
—Pues espérame que voy contigo. Da un susto al miedo —se rio Tino.
Lola miraba a sus amigos con cara de no entender nada.
—¿Vosotros juzgáis a las personas por su aspecto?
—¡Pues claro! —dijeron los dos a coro.
—Muy bien. Os voy a contar la historia de ese chico: se llama Amado. Va al instituto que hay junto al hospital. Es un buen compañero y ayuda a quien lo necesita. Es muy bueno en Lengua y escribe en el periódico. Por las tardes, cuando acaba las clases, va casa de sus abuelos para hacerles compañía. Y si os lo  encontrarais de cara y por la noche seguro que en vez de asustarte o robarte te saludaría con una sonrisa.