martes, 5 de abril de 2022

LA SIESTA

 Ayer volvió a despertarme de la siesta.

Esta semana no ha faltado un solo día. Él y su toquecito de timbre. Y los perros ladrando. Y yo que quién, y él que yo y yo, que quién es yo y él que vaya ya me he vuelto a equivocar. Y yo que ya podías mirar, imbécil. Y él, no te sulfures, vieja. Y yo me callo.

Pero ayer fue distinto.  Él y su toquecito de timbre a la hora de la siesta. Y los perros ladrando. Y yo que quién, y él que yo y yo, que quién es yo. Y él que vaya ya me he vuelto a equivocar. Y yo que ¿otra vez? Y él, cállate, momia. Y yo que he bajado las escaras con la escopeta de mi pobrecico Carlos, que en paz descanse. Y él ¿qué vas a hacer? Y yo que ya lo verás. Y los perros ladrando después de las dos detonaciones.


No hay comentarios:

Publicar un comentario